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viernes, 8 de febrero de 2013

Mehr Fernsehen macht weniger Spermien


Um 44 Prozent reduziert - Es kommt auf die körperliche Bewegung an
Mehr als 20 Stunden vor dem Fernseher pro Woche lässt bei 18- bis 22-jährigen Männern die Zahl der Spermien im Vergleich zu Altersgenossen mit geringer Zeit vor dem Bildschirm um 44 Prozent sinken. Umgekehrt treiben mehr als 15 Stunden moderaten bis intensiven Ausgleichssport bei Männern die Spermienanzahl um 73 Prozent in die Höhe - im Vergleich zu solchen, die sehr wenig Sport betreiben. Diese Ergebnisse haben US-Forscher im "British Medical Journal" veröffentlicht.
Untersucht wurden in der Studie 189 Männer aus Rochester im US-Staat New York. Es ging in der Studie von Audrey Jane Gaskins und Jorge Chavarro von der Harvard School of Public Health (Boston) um die Bestimmung des Einflusses eines sitzenden Lebensstils bei gesunden jungen Männern auf die Spermienqualität.

Je nach TV-, DVD- oder Videokonsum bzw. je nach dem zeitlichen Engagement beim Sport zeigten sich die Veränderungen bei der Zahl der Spermien, nicht aber bei ihrer Beweglichkeit und bei anderen Kriterien. Eine geringere Spermienzahl muss nicht unbedingt eine Einschränkung der Fertilität bedeuten. Mehr als die Hälfte der Probanden hatte Normalgewicht, drei Viertel waren Nichtraucher. (tha)

Quelle: British Medical Journal


miércoles, 16 de enero de 2013

La vida oculta de los embriones de la 'in vitro'

Han pasado más de dos años desde que nació primer niño tras su fecundación en un Embryoscope, un incubador muy novedoso que, a diferencia de los que se utilizaban anteriormente, permitía obtener fotografías del embrión en sus primeros días (antes de ser implantado en el útero de la madre). Las imágenes indicaban el grado de división del embrión durante las 24 horas y, así, su calidad en cada momento del proceso. El resultado: los embriones finalmente transferidos a la madre o vitrificados para próximos intentos tienen una mayor garantía de calidad que de la que se disponía anteriormente.
La técnica novedosa en 2010 está ahora en un número importante (aunque no en todas) de las clínicas privadas de reproducción asistida. Además de cumplir su fin primordial, ahora tiene otro más recreativo: en algunos centros, los padres pueden pedir las imágenes de su embrión de uno, dos, tres o hasta cinco días en unDVD que se llevan a casa como si de una ecografía se tratara.
En el último congreso de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, Belmonte y otros especialistas de este centro presentaron una comunicación que daba fe de lo que la mayoría de especialistas que trabajan con Embryoscope ya saben: que los cambios que se conocen gracias a las imágenes continúas tomadas en el aparato (en una tecnología que se denomina monitorización time–lapse) se corresponden con la calidad de los embriones que finalmente se implantan.
Embryoscope es propiedad de una empresa danesa pero se trata de una técnica prácticamente española, como explica el también embriólogo Marcos Messeguer, el que puede considerarse el padre de la tecnología a nivel mundial y el firmante del estudio que describió por primera vez a nivel mundial el nuevo sistema de selección embrionaria basado en el time-lapse, publicado en 'Human Reproduction' en 2011.
Messeguer señala que, como casi todas las tecnologías revolucionarias, la función del Embryoscope fue descubierta "casi por casualidad". La empresa danesa Unisense FertiliTech A/S buscaba un sensor para poder medir el consumo de oxígeno del embrión mientras esperaba a ser transferido a la madre. Para ello, decidieron utilizar cámaras y así, de forma inesperada, inventaron un sistema para ver el desarrollo del embrión tomando imágenes seriadas. Además, estos sistemas eran capaces de filmar a 72 embriones a la vez.
Pero el IVI fue más allá y estudió qué variables del time-lapse podría utilizarse para generar un sistema de selección de embriones. Como explica Messeguer, el embriólogo que vigiló con esta técnica al primer niño fruto de un Embryoscope, la cantidad de información que aportan las imágenes es "monumental".
Lo hacen, además, reduciendo muchísimo las posibilidades de daño al embrión que, anteriormente, se tenía que sacar del incubador para ser observado (una o dos veces al día) en un microscopio. Aunque era algo seguro, el mantenerlo siempre en el mismo ambiente, reduce aún más las posibilidades de un fallo.
Todas estas ventajas se traducen en un aumento de embarazos, en concreto en un 10%, según demostró otro estudio, publicado este mismo año en 'Fertility and Sterility' .
Pero ¿puede cualquier mujer que se someta a una fecundación 'in vitro' solicitar que sus embriones sean vigilados por esta suerte de Gran Hermano fetal? La respuesta, de momento, es negativa.  El Embryoscope admite hasta 72 embriones, pero solo de seis pacientes (admite un máximo de 12 por cada una), así que puede suceder que no se pueda utilizar.
"Tienen siempre preferencia las mujeres mayores de 35 años o las que hayan tenido un fracaso de FIV anterior", comenta Belmonte que señala que, una vez dentro, se hacen vídeos del embrión que se pasan a un iPad para que los padres puedan verlo, siempre que haya evolucionado para lograr ser transferido. 
En ellos también se prima a la paciente mayor o con fracasos previos, pero también se utiliza en muchas mujeres que forman parte de estudios. En ese caso, no se cobra su uso. Sin embargo, si el Embryoscope es solicitado voluntariamente por los pacientes, estos han de asumir los alrededor de 400 euros que cuesta de más a la clínica esta tecnología.
Cada Embryoscope tiene un coste de alrededor de 90.000 euros lo que, en tiempos de crisis, lo mantienen como una tecnología sólo apta para clínicas privadas y no para la sanidad pública.


miércoles, 2 de enero de 2013

La vida de Jonathan por 35.000€

Cruz Jiménez se ha gastado 35.000 euros en el tratamiento de reproducción asistida que le permitirá parir en agosto un bebé para curar a Jonathan, su hijo de ocho años con anemia de Fanconi, una grave enfermedad rara con un centenar de casos en España. Jiménez recurrió en octubre al prestigioso Instituto Genético de Reproducción de Chicago para concebir un bebé medicamento.
Cruz Jiménez se ha gastado 35.000 euros en el tratamiento de reproducción asistida que le permitirá parir en agosto un bebé para curar a Jonathan, su hijo de ocho años con anemia de Fanconi, una grave enfermedad rara con un centenar de casos en España. Jiménez recurrió en octubre al prestigioso Instituto Genético de Reproducción de Chicago para concebir un bebé medicamento. Tomó la decisión después de que el hospital público La Fe de Valencia se negase hace un año a pagarle la factura de la derivación al Instituto Valenciano de infertilidad(IVI), de carácter privado. La sanidad pública rechazó también someter a esta mujer a una segunda intervención de fecundación in vitro—la primera no salió bien— en La Fe, donde el pasado junio le dijeron que con su edad, 39 años, no sería madre, según la paciente.

Jiménez, desempleada, y su marido, mileurista, activaron entonces la maquinaria de la solidaridad para sufragar la intervención en EE UU. Recaudaron 30.000 euros en cuatro meses con rifas, conciertos solidarios y la recogida de 20.000 kilos de tapones de plástico que canjearon por dinero en un centro de reciclaje de Segorbe. Su llamamiento movilizó a sus vecinos de Vinaròs (Castellón) y la comarca del Baix Maestrat.
Los dos meses que el matrimonio residió en Chicago fueron tensos. La primera crisis llegó a las dos semanas cuando la pareja se enteró del fracaso de su primer intento (a razón de 15.000 euros por prueba). Para ahorrar, vivieron en el apartamento de un amigo y recibieron la ayuda de un trabajador del Instituto Cervantes de la ciudad norteamericana, que se puso en contacto con la familia tras conocer el caso por la primera información que publicó este diario.
Fue en la segunda intervención de selección genética de embriones, el último cartucho permitido por sus ahorros, cuando recibieron la buena noticia. Tendrían un bebé sano, libre de la enfermedad y compatible para curar a su hijo Jonathan.
Las células del cordón umbilical del futuro bebé se utilizarán para un transplante de médula al hermano enfermo. “Las probabilidades de éxito con un donante compatible son del 90%”, explica por teléfono el catedrático de Genética de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Jordi Surrallés, que sitúa la esperanza de vida de un enfermo de anemia de Fanconi en veinte años y resalta la alta probabilidad de estos pacientes de desarrollar un cáncer o malformaciones.
La contienda burocrática de la pareja comenzó hace tres años, cuando los médicos de La Fe le aconsejaron concebir un bebé medicamento. Una vida para salvar otra. Cuando la paciente tenía la autorización de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida (CNRA), que desde la regulación de la selección genética en España en 2006 controla la práctica, la sanidad pública se negó a pagar la factura de la intervención, que arroja un éxito del 10%. Jiménez pensó que había perdido tres años. Sus manos estaban atadas. Al tratarse de un tratamiento experimental, no podía recurrir a los centros privados (ni siquiera pagándoselo de su bolsillo). Un papeleo de hasta cuatro años que no existe en las clínicas de pago de referencia, el Instituto Genético de Reproducción de Chicago o al Universidad Libre de Bruselas. “A esta mujer le han hecho perder unos años muy importantes”, se queja Juana Crespo, directora médica del IVI. Esta especialista ha seguido la evolución de Jiménez desde hace seis años y reparte las culpas entre los recortes sanitarios y la rigidez de la Ley de Reproducción Asistida española.
La futura madre se muestra pletórica. Ya se ha recuperado de la intervención. Lamenta “haber tirado” más de tres años en despachos y consultas hospitalarias. “Si me hubiera quedado en la Comunidad Valenciana ni estaría embarazada ni podría salvar a mi hijo”, cuenta esta mujer que se presenta como una víctima de los recortes de la Generalitat.
Jonathan, el protagonista, está contento. Se ha enterado de todo por la información diaria que le facilitaban sus padres desde Chicago por Skype. Tendrá un hermano en agosto que le puede regalar una nueva vida. Ahora, un resfriado o una herida pueden condenarle al hospital en el mejor de los casos. Su madre dice que su hijo ya ha cumplido su sueño, conocer a David Villa.
Fuente: El País

martes, 13 de noviembre de 2012

Umstrittener Eingriff in die Natur


Geschlechtswahl.
10. November 2012, KURIER

Auf Zypern können Eltern das Geschlecht ihres Kindes bei einer künstlichen Befruchtung        vorherbestimmen lassen – auch Paare aus Österreich nehmen das in Anspruch 

Auch Paare aus Österreich fahren ins Ausland, um gezielt das Geschlecht des Kindes zu bestimmen. „Wir hatten erst vor kurzemein Paar aus Österreich bei uns. Es hat bereits drei 
Buben im Alter von ca. 8 und 4JahrensowieachtMonaten. Jetzt wollten sie ein Mädchen. 
Die Frau ist bereits schwanger – mit einem Mädchen.“ Umit Inak ist für Patientenange-legenheiten im Dogus IVF Centre in Nordzypern zuständig. „30 bis 40 Paare “aus Österreichseienin den vergangenen zwei Jahren in das Zentrum gekommen – zur Geschlechtsbestimmung („sex selection“) des Nachwuchses. Dem Großteil (rund 80 Prozent) gehe es dabei um „family balancing“:„Sie wollen ihre Familien gezielt durch einen 
Buben oder ein Mädchen vervollständigen“, so Inak. Nur bei einem kleinen Teil sollen mit der gezielten Geschlechtswahl genetische Erkrankungen verhindert werden. 
Kosten: Rund 6000 €. 
Zypern (sowohl der NordenalsauchderSüden) isteinesderwenigenLänderEuropas, in denen das uneingeschränkt erlaubt ist. In Österreich ist es verboten. 
Um praktisch 100-prozentigen Erfolg zu haben, ist eine künstliche Befruchtung (IVF) notwendig. Bevor die Embryos in die Gebärmutter eingesetzt werden, wird mittels „Präimplantationsdiagnostik“ (PID) das Geschlecht anhand einer Chromosomenanalyse bestimmt. Um die Anzahl von Embryonen des gewünschten Geschlechts zu erhöhen, führen Kliniken auf Zypern oder in den USA vorab eine „Spermiensortierung“ durch. 

Spermientrennung 

Mittels technischer Sortierverfahren werden die Spermien in jene mit X-oder Y-Chromosom (siehe Grafik) getrennt. Doch dieses Sortieren funktioniert nicht hundertprozentig, es können trotzdem Embryonen des „falschen“ Geschlechts entstehen. – „Es ist ethisch nicht vertretbar, gesunde Embryonen zu vernichten, weil sich das falsche Geschlecht haben“, kritisiert Univ.-Prof. Andreas Obruca vom Kinderwunschzentrum im Goldenen Kreuz in Wien. 

„Die Entscheidung, was damit passiert, liegt bei den Eltern“, sagt hingegen Umit Inak: „Es sind schließlich ihre Embryonen.“ 
„Die Paare, die ,family balancing‘ wollen, müssen uns ein Konzept vorlegen, was mit den Embryonen des anderen Geschlechts passieren soll. Wir werfen nicht einfach Embryonen weg, nur weil sie nicht in die Familienplanung passen“, sagt der deutsche Gynäkologe Peter Erich Hermann. Eristmedizinischer Direktor der Geniplet-Klinik auf Palma de Mallorca. 
Diese berät Paare mit Kinderwunsch aus europäischen Ländern, in denen bestimmte Behandlungen(z. B. Eizellspende) verbotensind– und organisiert diese im Ausland. 
„Die Paare können die Embryonen zum Beispiel zur  freigeben – die Nachfrage ist sehr groß.“ 

Wenig Nachfrage
Österreichische IVF-Institute verzeichnen „nur wenige Anfragen“ zur Geschlechterwahl–
und verweisen Interessenten an ausländische Kliniken. „Wir haben zwei Anfragen im Jahr“, sagt Obruca. „Bei uns sind es zwei bis drei“, so Univ.-Prof. Wilfried Feichtinger vom Wunschbabyzentrum: „Bei mir war einmal ein Landwirt mit sechs Töchtern, der wollte auch einen Sohn. Ich sehe nicht ein, warum in solchen Fällen die Geschlechterwahl nicht erlaubtist. EsgebeStudien,wonach es bei einer Zulassung von „family balancing“ in der westlichen Welt zu keiner Verschiebung des Geschlechterverhältnisses komme. 
In der Bioethikkommission beim Bundeskanzleramt gibt es allerdings eine breite Ablehnung: „Das ist nicht akzeptabel“, sagt die Vorsitzende, Christiane Druml: „Schließlich gibt es keine medizinischeNotwendigkeitdafür. Diese Form des Eingriffs indas Schicksalhat keinen vitalen Wert.“ Etwas anderes sei ein (in Österreich derzeit ebenfallsverbotener) Einsatz der Präimplantationsdiagnostik bei geschlechtsgebundenen Erbkrankheiten wie Hämophilie, die hauptsächlich bei Männern auftritt: Hier könnte in bestimmten Fällendurch dieWahldesGeschlechtsdieErkrankungvermieden werden.